sábado, outubro 06, 2012

Epílogo. La contradicción entre la idea y la disposición. Negatividad acumulada. Adorno y el luto por la cultura.

Sumido en el pesimismo, sobre todo, de quien dialécticamente se atraganta, porque el conflicto con su realidad es frontal, no teniendo más opción que optar por la opción “a” hegeliana, la de alejar la finalidad por la que se lucha. Es la imposibilidad humana la que le manda el conflicto, según Hegel, y según el enmascarado.

Se podían contar unas ciento cincuenta personas en la asamblea general. Estas, junto a las tiendas, ocupaban la parte del valle De Anhangabaú que pasa debajo del viaduto do Cha. Las personas lo vivificaron todo, haciendo real una democracia participativa. Acampa Sampa se había llenado de pancartas, carteles, tiras, trípticos, emblemas que explicaban algo de lo que allí estaba pasando. Desde esa primera asamblea general, la mayoría de las que hubo en la vida de Acampa Sampa en el “Vale do Anhangabaú”, giraron sobre aspectos de organización interna. Tales cuestiones iban surgiendo sin parar, ocupando el tiempo que se debiera dedicar a una práctica artística que visualizara el espacio ocupado, tiempo de la transmisión estética, más allá de las asambleas participativas, de lo que estaba ocurriendo debajo del viaduto do Cha. La organización, aun siendo no más de treinta tiendas de campañas, se tornaba cada vez más compleja. Se discutía sobre aspectos del campamento, y el campamento era la prioridad.

Como un organismo deseoso de prosperar, de medrar a una nueva fase desconocida repertorial, nueva, así nació el movimiento. Pero este movimiento pareció más bien haber sido engendrado en una probeta. Parece más un experimento de laboratorio que una ecología modal propia, la cual cumple la función estética de auto realizar al sujeto frente al mundo exterior. La imagen podría valer más que el mensaje en Sao Paulo, en el resto del mundo, el 15 de Octubre. Sin embargo, el mensaje y la imagen si concordaron, como el entusiasmo y las posibilidades reales, solamente unos meses antes, en Madrid primero, y en Nueva York después. La realidad brasileña es otra tan diferente a esos lugares, que la diferencia entre sus respectivas acampadas y sus respectivas repercusiones son igual de abismales. Las poéticas que han de convivir globalmente son tan diferentes, que sacarles el nexo común es solo una tarea teórica en Sao Paulo. Los días que se pasaron acampados en O Vale do Anhangabaú, sirvieron para dejar constancia. André se rindió poco después, como era se esperar, pero el movimiento aún vive (a fecha de 7 de septiembre de 2012).

Pasó por el altavoz de la asamblea João Victor, el del partido político, pero ahora con una cazadora que cubría la camiseta partidaria. Entre los asamblearios había colegas suyos del partido, que como él, por el hecho de participar de la asamblea no se veían forzado a abnegar de su partidarismo. Si allí se encontraban, era porque se habían desacoplado de los suyos, los que se quedaron en Patriarcas, para acoplarse al Acampa Sampa de los apartidarios. Pero estos acoplamientos y desacoplamientos son muy líquidos, casi de quita y pon, dentro de una modernidad líquida según Baumann. André perdió de vista al enmascarado, al que no volvería a ver nunca más. Esa noche del 15 de octubre los héroes durmieron dentro de los sacos de dormir, pero sobre las tiendas de campañas, y no dentro de ellas. André no veía la acampada con mucho futuro, máxime, cuando llegara el lunes, y con él, la vuelta a la labor. Además, comenzaba a perder la poca fe en las imágenes de una plaza madrileña tomada por los españoles. Esas conquistas de plazas habían surgido de forma natural, no teleológicamente, no mecánicamente, sino naturalmente, como los organismos nacen.

“Como en Schopenhauer, el concepto de tragedia en Nietzsche implica una forma de negación. Pero esa renuncia significa asumir trágicamente que no hay misterios metafísicos inefables, que el mundo no es más que la apariencia de nuestras formas de lenguaje”. El héroe disposicional, en el ambiguo repertorio campamento-ciudad, no solo no ha sido hallado, sino que ha dejado de tener razón de ser para André.

¿En qué se parece el movimiento a las vanguardias y neo vanguardias del siglo XX, o al 15M? Es decir, cómo se acumula la negatividad y cómo va a realizarse su despliegue. ¿Cómo se constituye y cómo se desarrolla el carácter instituyente que otorga la política en el campamento? La contradicción brutal entre estas cuestiones y la disposición de André a enfrentarse a su propia realidad, podría haber derivado en una tormenta emocional. Ese es el riesgo de jugar con la razón libertadora.

Con Adorno, y con su luto por la cultura, se identifica el escéptico André. Quizá se identifica porque él mismo es el derrotado, él mismo es el alienado, él mismo deja de creer en el ser humano al verse cobarde, incapaz de acción. Siente que su pensamiento no es verdadero, y eso le corroe las entrañas. Sin embargo, y también con la esperanza de hallar un camino, que solo puede ser indicado en el curso de la historia, cree con Adorno que debe ser tarea del filósofo interpretar el presente en relación al pasado. Así, quedaba demostrado con Lukács que el presente es el producto de fuerzas históricas. Ahora, parece inevitable entrar en el campo de lo que podrían ser los peores miedos, los relacionados con la destrucción y aniquilación, los cuales pueden revelar también las mejores esperanzas de una cultura que, por lo tanto, ha de conllevar en sus diferentes relaciones una parte conservadora y otra progresiva, una parte anestesiada y otra hermenéutica. Al héroe urbano trágico del siglo XXI le otorgamos el carácter acumulativo de negatividad común en los románticos. Pero el principio fundamental proclamado por los románticos, “la vida burguesa no debe ser exaltada”, no vale para el siglo XXI.

André no perteneció al campamento. Había salido derrotado. En su búsqueda del acoplamiento del movimiento con la realidad, en su búsqueda de su héroe, él, el propio André, fue quien resultó desacoplado. No hay otro corazón del movimiento que el que late en O vale do Anhangabaú, con los acampados humanizando dicho espacio público. La segunda parte de “Marxismo y teoría de la literatura”, de G. Lukács, comienza entrando in media res, donde se da la misma acción en el ámbito de la pluralidad, donde se dan la comunicación, la palabra y la sensibilidad. La narración de forma autónoma y activa, “emergente” y “teleonómica”,( lo teleonómico supone que establecemos pautas para alcanzar un determinado fin en diálogo con el entorno que habitamos…) trata unos hechos revolucionarios, o no, que se están dando en nuestro momento histórico social, hechos que están mudando la forma de percibir la realidad de muchos, o mejor, la posibilidad de acoplarse y entender la realidad de muchos, con cierta conciencia asumida desde cierto materialismo histórico, hechos cuyos fines son precisamente los mismos que los apuntados en la Idea de una República de los fines: los de conformar esferas públicas. A dar cuenta de un acoplamiento o desacoplamiento posible he estado llamado, y lo he intentado desde una narración que mantiene la tensión entre el intento de buscar la dichosa teoría de la sensibilidad desde una particular experiencia estética y el ineludible fracaso que prosigue a cualquier intento de reducir a concepto lo estético.

BIBLIOGRAFÍA:
- La república de los fines (Jordi Claramonte)
- Apuntes de Estética del profesor Simón Marchán Fiz, correspondientes a Estética y teoría del arte I - Web aulas de Jordi Claramonte, correspondientes al curso de Estética y teoría del arte I.
- Desacoplados pero maquetados (Jordi Claramonte)
- Las ideas estéticas de Marx (Adolfo Sánchez Vázquez)
- El valor del socialismo ( Adolfo Sánchez Vázquez)
- Diccionario de filosofía (Diego Sánchez Meca)
- La condición humana (Hannah Arendt)
- Vida para consumo (Zygmunt Baumann) - Amor líquido (Zygmunt Baumann)
- Poética (Aristóteles)
- Marxismo y Teoría de la literatura (G. Lukács)
- La experiencia dionisíaca del mundo ( Diego Sánchez Meca)
- Ciudad y ciudadanía. (Fernando Quesada)
- Comprender Adorno (Alex Thomson, editora voces)
- ¿Qué democracia? (Norberto Bobbio)
- ¿Qué socialismo? (Norberto Bobbio)
- Las promesas incumplidas de la democracia (Norberto Bobbio)
- Los sufrimientos del joven Werther (W. Goethe)
- La transmisión de conceptos estéticos en los movimientos sociales (Luis J. Juan Martín, trabajo Sept. 2012 en Estética y Teoría del arte II)
- La problemática de la estética en Kant (trabajo Feb.2012 Estética y Teoría del arte I)
- Investigaciones en ciudad y arquitectura insostenible (María Jaime Bueno)
EL SUEÑO DE LA RAZÓN PRODUCE LA FANTASÍA DE LA EMANCIPACIÓN CULTURAL

Nenhum comentário:

Postar um comentário