sábado, outubro 06, 2012

3. El 15 M frente al capitalismo neoliberal. El homo laborans y la creación de una nueva esfera para liberarse de la labor.

El 15 M había mostrado al mundo que otras formas de relación del hombre con la realidad no solo son posibles sino que se antojan necesarias si se quiere evitar un choque de civilizaciones, si se quiere continuar con el proyecto ilustrado de paz perpetua y emancipación cultural, posibilitando la convivencia de una multiplicidad de contextos de sentido, insertados dentro de una ecología modal. El 15 de Octubre de 2011 se hacía una llamada al mundo entero desde un movimiento ahora internacionalizado, para que unidos, y de una vez por todas, el pueblo derrote al capitalismo neoliberal, ideología apuntada como culpable del tremendo desajuste en el que se ha convertido al planeta Tierra y a sus habitantes humanos, cosificados e impedidos de salir del engranaje de una máquina, la capitalista, que le condena de por vida bajo la labor.

Anestesiados” y “despiertos” podrían ser dos calificativos para diferenciar a grosso modo a las personas del inicio del siglo XXI; sobre todo, dos adjetivos para calificar a las personas según su postura ante el mensaje transmitido por la imagen. Esta distinción, en el fondo, es muy banal, pues ni es exclusiva del XXI, y también, puesto que de un lado a otro no es que se pueda pasar con facilidad sino que se alterna con tal naturalidad que, o no se es consciente del lugar que se ocupa en esa aparente contradicción, o realmente la división entre anestesiados y hermenéuticos no se da en el ser humano. Pensando que sí, que sí se da la imposibilidad de la anestesia mientras la razón ejerce su fuerza activa, y pensando sobre su negación, intentaba André justificar la incompatibilidad entre ambas. Pero, ¿Qué poética refleja un anestesiado y qué otra el despierto? De entrada, en una década, la primera del siglo XXI, a un ser humano que, considerando las consecuencias líquidas que dicha década arrastran y vuelven a causar, a la vez se ve desbordado ante el bombardeo visual-informacional al que es sometido; sin tiempo de reaccionar, sin tiempo de analizar, la rapidez de los acontecimientos, la imponente prioridad de la labor, glorificada desde la Edad Moderna, tanto por el capitalismo como por Marx, el hombre occidental que ha vuelto a ser un animal laborans, al mismo tiempo que goza de medios que le permiten conectarse a los procesos de quiebra de un orden instituido, está hundiéndose en una historia lineal basada no en lo que él quiere hacer sino en lo que la sociedad quiere y espera que él haga. Pero así ha parecido ser siempre en la condición humana, biológicamente, la sociedad se ha impuesto siempre. Y André se bloquea en esa percepción. No sabe a qué modelo se acerca más: al anestesiado o al “despierto”

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