quinta-feira, fevereiro 23, 2012

Donde los pájaros no tienen miedo


Queriamos contemplar majestuosidad,
donde los pájaros nos tienen, miedo;
(por vagos y comodones sin salir del lodazal
nos turbamos con voces, ruidos y cañones)

Ahora, el alma desatada del suelo
excitada admira lo invisible;
si eterno fuera este silencio
con la soledad seríamos libres.

Por esta alfombra de lilas,
lloro, triunfante e intranquilo,
hinchemos nuestros pechos de angustias
por este salón de paz entre los pinos.

Gritemos con Cyrano:
"!Feliz aquel, que alejándose del mundanal ruído..."
embriagados de dulce y calmo retiro,
entre aire puro,color y trinos.

Atrás quedó la golondrina y el humo,
lo que de perenne refugio se escape,
está yerto, apagado, frío: no existe,
porque cierta es dicha ráfaga de belleza.

Sobre el espejo de hondos lagos tranquilos,
pensamos, pensamos, pensamos...en la ciencia de los hombres
que desciende, se eleva, cae extinta y luego se reanima.
Confusos, si ante tal grandeza somos nada, o afortunados
por ser nuestra.

Tormenta de preguntas que entorpecen el vuelo.
Pasan días y noches, se abren los años ¿Quién sabe esperar?
Contemos las hojas del eucalipto, como si fueran
los minutos de nuestro paso por este mundo.

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